Ghostsome

Mark y Allison pasaban por dificultades dentro de su relación. Si bien aún no habían contraído matrimonio, Mark era un sujeto muy particular. De esa manera, esperando la mejor de las soluciones, planificaron un viaje.

En todos los lugares del mundo — o en casi todos cuyas condiciones climáticas y ecosistema en general lo permitiera — existían cabañas desperdigadas por áreas forestales que solían alquilarse por breves periodos de tiempo. Las personas que decidían ir a un lugar así debían hacerlo con la plena consciencia de que no habría servicios cercanos, es decir: sin tiendas de conveniencia donde comprar algo de último minuto, servicios médicos, pésima recepción telefónica, entre otros. Aquellos que decidían pasar un tiempo en lugares así debían hacerlo con cautela, preparados para cualquier cosa.

Allison era consciente de ello, por eso fue ella quien se encargó de hacer las compras pertinentes y un poco más en caso de cualquier emergencia o descuido de cualquier tipo. Mark solo buscaba desaparecerse un tiempo de su trabajo, abandonar sus responsabilidades y pasar largas noches cogiendo, los días descansando y las tardes comiendo cualquier cosa. La visión de Allison sobre las vacaciones no era distinta.

Tuvieron que alquilar un coche para llegar hasta el lugar alquilado, en total fueron dos horas y media de viaje que no perturbó el sueño o la sensibilidad de ninguno. La…